Daniela Rodríguez Valerio

Desde hace algunos años la docencia en todos sus niveles ha venido evolucionando debido al auge de nuevos modelos de educación que apuestan por un hecho pedagógico en el cual los y las estudiantes adquieran conocimiento de forma significativa, donde tengan un papel activo y asimismo adquieran habilidades para la vida. Por lo tanto, la docencia ha tenido que repensarse ya que nos encontramos, además, ante generaciones de estudiantes con nuevas necesidades, expectativas y que viven en un entorno globalizado y expuesto a las tecnologías de información y comunicación (TIC).

Un ejemplo de innovación en docencia es la implementación de la metodología Design Thinking en la educación. Esta es una metodología que tuvo sus raíces en los años cincuenta y sesenta, específicamente en las áreas de la arquitectura e ingeniería para promover el diseño y la solución creativa de problemas.

Foto de Marta Wave en Pexels.

¿En qué consiste el Design Thinking?

El Design Thinking (DT) es un proceso no lineal e iterativo que usan los equipos de trabajo para entender a las personas que usan un producto o servicio, esto con el objetivo de crear productos o soluciones innovadoras, creativas y que respondan a una necesidad. Existen diversos modelos para aplicar esta metodología pero la más reconocida es la de la Universidad de Stanford que se basa en 5 etapas: empatizar, definir, idear, prototipar y evaluar (Castillo-Vergara et al., 2014; Interaction Design Foundation, 2023).

Es a partir de los años noventa que esta metodología adquiere popularidad debido a que la compañía IDEO comienza a generar terminología, herramientas y guías de fácil comprensión para su aplicación en diversos ámbitos que requieren de la creatividad y el diseño (Friis & Yu, 2022). Es así como también el campo educativo se convierte en uno de estos ámbitos.

¿Cómo aplicar la metodología Design Thinking en educación?

Ahora bien, ¿cómo se puede aplicar la metodología DT en la educación? Para estos efectos ya existen variedad de recursos y artículos que documentan experiencias relacionadas. Sin embargo, vale la pena resaltar el toolkit Design Thinking para educadores de IDEO (disponible en varios idiomas) y además el artículo de Benavides et al. (2021), en el cual se explican las etapas de esta metodología contextualizadas en la educación, que se presentan en la siguiente figura:

Figura 1: Etapas de la metodología Design Thinking contextualizadas en educación. Fuente: Adaptado de Benavides et al, 2021.

Se explican las etapas de forma más detallada a continuación:

  • Etapa 1: empatizar. Según lo explica la Interaction Design Foundation (2023), esta etapa tiene como objetivo comprender el problema que se está tratando de resolver, por lo tanto se busca crear contexto. Es por esto que, adaptada a la educación, las autoras Benavides et al. (2021) proponen contextualizar al estudiantado acerca de la metodología DT y explicar el objetivo de la clase, por ejemplo resolver un ejercicio práctico de matemáticas. La persona docente debe explicar además cómo se utilizará el método y el propósito de utilizarlo como estrategia en el aula.
  • Etapa 2: definir. Esta etapa se trata de sintetizar cuál es el problema en torno al cual se va a trabajar y se buscará una solución (Interaction Design Foundation, 2023). Es importante considerar además que la metodología DT debe desarrollarse de forma colectiva, pues se trata de un ejercicio creativo que busca la generación de ideas. Por lo tanto, contextualizada en educación, durante esta etapa la persona docente debe guiar la conformación de equipos de trabajo que realizarán un reconocimiento del problema (Benavides et al., 2021) y lo plantearán en forma de pregunta, por ejemplo: ¿cómo podemos resolver un determinado ejercicio matemático?
  • Etapa 3: idear. Una vez definido el problema corresponde generar gran cantidad de ideas innovadoras y creativas para dar solución al mismo (Rodríguez Valerio, 2022). Por lo tanto se recurre a lluvias de ideas, mapas, dibujos, entre otros (Benavides et al., 2021). Aplicado a la educación, esto puede, por ejemplo, materializarse en todas las ideas que van a aportar las personas que conforman un equipo para resolver un determinado ejercicio matemático.
  • Etapa 4: prototipar. También conocida como etapa de experimentación, en esta fase se elige la mejor solución del problema y se materializa mediante una forma física, objeto, diagrama u otro (Universidad Politécnica de Madrid, 2020). Las autoras Benavides et al. (2021) sugieren además que puede prototiparse mediante un dibujo, maqueta, entre otros. Ahora bien, continuando con el ejemplo del ejercicio matemático, en este caso el estudiantado puede construir una fórmula o diagrama que presente de forma detallada la solución que mejor resuelve el ejercicio según su criterio y después de pasar la etapa de ideación.
  • Etapa 5: evaluar. Esta etapa busca evaluar el prototipo para aprender del mismo e identificar si es necesario realizar alguna mejora (Universidad Politécnica de Madrid, 2020). Entonces, en la dinámica del aula la persona docente puede diseñar rúbricas de evaluación, o estrategias de evaluación entre pares o autoevaluación para determinar la pertinencia de la solución (Benavides et al., 2021) y si esta requiere de algún ajuste. De nuevo y trayendo a colación el ejemplo del ejercicio matemático, la persona docente puede guiar una socialización de las soluciones para que todo el estudiantado las conozca y de este modo favorecer el aprendizaje.

Es relevante indicar que para cada etapa del DT se han ideado herramientas y recursos que pueden ayudar a una persona facilitadora en el proceso de guiar cada una de las fases, para lo cual es recomendable explorar cuáles son las más convenientes en cada etapa. Para esto se sugiere la consulta del sitio web Design Thinking en español, el cual provee de gran cantidad de plantillas con instrucciones para utilizar en las fases de empatía, definición, ideación, prototipado y evaluación. Asimismo, se recomienda la consulta del artículo de Castillo-Vergara, Álvarez-Marín y Cabana-Villca (2014) «Design thinking: cómo guiar a estudiantes, emprendedores y empresarios en su aplicación». En este documento se facilita una tabla de herramientas a utilizar en el desarrollo de la metodología DT.

¿Qué impacto tiene la aplicación de la metodología Design Thinking en el proceso de enseñanza-aprendizaje?

En mi experiencia, la metodología ofrece muchas oportunidades para mejorar la didáctica ya que la persona docente adquiere un rol de guía en el proceso mientras el estudiantado aporta ideas, socializa y construye sus propias soluciones (adquiere un rol activo), es decir, el aprendizaje se vuelve horizontal, se convierte en una experiencia y por lo tanto es más significativo. Incluso es coherente con los principios del modelo pedagógico constructivista, en el cual el individuo aprende mediante la interacción con su ambiente y sí mismo, se favorecen el diálogo, los talleres, las actividades, la exploración, la investigación y el debate, además el conocimiento se construye y se propicia la interacción social (Vergara & Cuentas, 2015).

Es importante recalcar además que resolver un problema de forma creativa le permite al estudiantado expresarse, tener una visión más positiva de la materia y desarrollar habilidades blandas como la empatía, la comunicación, el liderazgo, el trabajo en equipo y la capacidad para innovar. Por lo tanto, vemos como la metodología favorece la adquisición de conocimiento pero también de habilidades para la vida.

Algunos casos reales

A raíz de una revisión de literatura realizada para una investigación previa fue posible encontrar que autores como Lor (2017) explican la implementación de la metodología DT para el diseño curricular y la formación de profesorado. También Gardner documenta una experiencia donde se utilizó para crear una política orientada a la resolución de quejas estudiantiles en la Universidad de Maryland. Asimismo, expone sobre su uso para el desarrollo de un taller orientado a estudiantes de avanzada edad en la Universidad de Stanford. Este autor resalta que el DT en la enseñanza es factible cuando el curso no requiere de respuestas correctas y soluciones óptimas, sino que en su proceso de enseñanza permite flexibilidad en el aprendizaje (citados en Rodríguez Valerio, 2020).

Ahora bien, más allá de su uso para el diseño de soluciones en el ámbito escolar, Newberry presenta el uso de la metodología DT en el proceso de enseñanza de la medicina, específicamente para que los estudiantes crearan estrategias de intervención a la comunidad y realizaran trabajo de campo en su área. También, Van de Grift y Kroeze exponen que el DT favoreció el desarrollo de habilidades blandas en estudiantes de medicina, psicología, neurociencias, ciencias sociales y arte (citados en Rodríguez Valerio, 2020).

Por su parte, Leverenz expone un caso en que utilizó la metodología para enseñar acerca de la escritura académica. El autor menciona que sus estudiantes se expusieron a las etapas del DT para crear un borrador del planteamiento de una investigación, lo cual les permitió además adquirir habilidades de escritura, comunicación y trabajo en equipo (citado en Rodríguez Valerio, 2020).

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Implementación del Design Thinking para la enseñanza del mercadeo: un caso de éxito

Como he comentado anteriormente, la docencia en la actualidad es una labor compleja debido a múltiples razones: las expectativas del estudiantado son distintas, trabajamos con generaciones con necesidades diferentes, estudiantes acuden al aula con nuevos conocimientos y conviven en un mundo globalizado que cambia constantemente y que les exige nuevos saberes y habilidades. Sumado a esto, recientemente vivimos los efectos de la pandemia originada por el virus SARS-CoV-2, lo cual generó muchos retos a nivel educativo pero también muchas oportunidades.

Por lo tanto, bajo este contexto implementé una estrategia didáctica en el curso «BI-5017 Mercadeo de servicios y productos para unidades de información educativas» que pertenece a la Licenciatura en Bibliotecas Educativas de la Universidad de Costa Rica, un curso cuyo propósito es que el estudiantado pueda implementar estrategias de mercadeo en bibliotecas que se ubican en instituciones educativas. Para efectos de esta experiencia trabajé con 30 estudiantes en un curso en modalidad virtual dado el contexto de confinamiento que se estaba viviendo. Por lo tanto, se propuso el uso de la metodología para que el estudiantado diseñara un servicio innovador orientado a una población en específico.

Entonces, se realizaron ejercicios de creatividad para introducir la estrategia y se pusieron en práctica las cinco etapas del DT de forma sincrónica. Todo esto fue posible mediante el uso de herramientas digitales disponibles de forma libre en la web. Esta experiencia fue satisfactoria porque permitió innovar la docencia en un contexto de virtualidad, las y los estudiantes afirmaron obtener aprendizajes sobre el diseño de servicios y además lograron poner en práctica habilidades como la creatividad, criticidad, empatía, trabajo en equipo y destrezas para el manejo de recursos tecnológicos; del mismo modo, en la etapa de prototipado pudieron explorar herramientas nuevas o utilizar sus conocimientos previos, lo cual les resultó significativo. Finalmente, destaco que en la planificación de esta estrategia se consideró que todo el estudiantado tuviera acceso a conectividad y recursos tecnológicos; asimismo, la modalidad virtual sincrónica posibilitó que se pudieran dar instrucciones oportunamente.

Algunas reflexiones finales

El DT es una metodología propia del diseño, que nace para crear soluciones innovadoras para diversas necesidades humanas. Sin embargo ha sido adaptada al ámbito educativo dado que en los procesos de enseñanza-aprendizaje es fundamental resolver problemas de forma creativa, así como incentivar momentos de socialización, comunicación y reflexión.

El diseño de estrategias didácticas utilizando la metodología DT implica una planificación minuciosa pues la persona docente necesita preparar un espacio adecuado que permita el trabajo en equipo, requiere de tiempo para elegir las mejores herramientas que faciliten la implementación de la metodología, ya sea en modalidad presencial o virtual. El desarrollo de la estrategia puede requerir del uso de varias sesiones del curso (dependiendo de su duración) y puede efectuarse en colaboración con colegas docentes, lo cual es más provechoso pero implica, a su vez, más planificación.

Como estrategia didáctica, el DT tiene un impacto muy positivo, pues es una experiencia diferente para las personas estudiantes: les permite aprender y también relacionarse con las y los demás, expresar sus ideas, manifestar su creatividad, aprender el uso de nuevas herramientas y proponer soluciones a problemas reales.

Para seguir aprendiendo

Daniela María Rodríguez Valerio. Maestra en Administración de Empresas con énfasis en mercadeo por el Tecnológico de Costa Rica. Licenciada en Bibliotecología con énfasis en ciencias de la información por la Universidad de Costa Rica, donde es profesora adjunta.

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