Mariela Viñas


Esta entrada es una versión del artículo «Retos y posibilidades de la educación híbrida en tiempos de pandemia» (Mariela Viñas, 2021), publicado en la revista Plurentes. Artes y Letras, Universidad Nacional de La Plata, Argentina; incluye párrafos tomados de dicho texto.


Desde hace varias décadas, las personas docentes nos acostumbramos a utilizar un abanico diverso de tecnologías de la comunicación y la información en la educación, como por ejemplo software educativo, herramientas para compartir contenidos, plataformas de teleformación o recursos digitales. Estos elementos cumplían un papel complementario a las prácticas presenciales de clase, según la propuesta de cada docente. Muchas de ellas encontraron en las tecnologías recursos valiosos para profundizar los contenidos curriculares, para innovar en sus estrategias áulicas, resolver problemas de comunicación, entre otros aspectos.

Pensemos que la web constituye, actualmente, un espacio que habitamos durante largas horas de nuestras vidas, por esta razón nos cuesta imaginarnos por fuera de la red; se nos dificulta pensar nuestros trabajos, nuestros modos de vincularnos, nuestros consumos culturales, entre otras cosas, sin internet. Es indiscutible que internet no solo aparece en nuestras vidas en los momentos de ocio sino en los de productividad cotidiana. «Durante los últimos años, las tecnologías vinculadas a todo lo cotidiano y lo no tan cotidiano han avanzado con gran velocidad, provocando una vorágine de cambios sociales, culturales, políticos y económicos» (González Frígoli y Párraga, 2020, pp. 1-2). 

La educación es una construcción de la cultura humana para lograr determinados fines y se apoya en los conocimientos que la humanidad ha acumulado. Hay que utilizarlos y aprovechar las potencialidades que nos ofrecen y saber que estos cambios no deberían quedarse en simples procesos fragmentados, sino que las transformaciones deben ser profundas. Gracias a las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC) hemos podido modificar las formas de trabajo, los medios a través de los cuales las personas acceden al conocimiento, se comunican y aprenden, por ello hemos tenido que adecuarnos e innovar en los modelos educativos, siempre cuidando la democratización de la formación que garantice que el estudiantado reciba la misma calidad de instrucción sin importar la región en donde se encuentre.

¿Qué es la educación híbrida?

Un modelo de enseñanza que se encuentra en auge es la educación híbrida (también conocida como blended learning). Hablar de ella no nos sorprende, ya que no es un concepto nuevo. Esta modalidad, que unifica lo mejor de la formación online con lo más valioso de la presencial, lleva ya varios años erigiéndose como el formato más adecuado para educar en la era digital.

Esta tendencia educativa ha estado gestándose desde la década de los noventa en varios países, principalmente en los Estados Unidos, en la educación básica (Servín, 2020). Actualmente en varios países se ha ido implantando con apoyo de herramientas tecnológicas destacadas. La educación híbrida ofrece herramientas digitales para crear ambientes colaborativos entre estudiantes, y recibir retroalimentación de sus docentes. De esta forma, a esta educación debemos entenderla como una combinación de herramientas y recursos didácticos de la modalidad presencial y virtual. 

Además, incorpora formas de enseñanza multimedia basadas en recursos TIC a la instrucción tradicional, como lo son los cursos masivos online, foros, redes sociales y multimedia, entre otros. Los contenidos son más dinámicos y flexibles, y posibilitan que el estudiantado construya su ritmo de aprendizaje con la tutoría de la persona docente.

La educación híbrida, por lo tanto, es una unión de métodos de enseñanza. Los estudiantes aún reciben las experiencias presenciales en el aula; sin embargo, esto es respaldado por el aprendizaje y actividades en línea. Cada institución brinda diferentes experiencias al ofrecerla. En este sentido, algunas lo hacen por medio de un curso presencial de un día para conocer a sus estudiantes, mientras que la enseñanza se realiza a través de videos, con asignaciones entregadas en línea. Otras suministran lecturas e información en línea antes de las clases, con discusiones grupales que se producen cuando el grupo de estudiantes se encuentra cara a cara en las lecciones.

Según el estudio An Introduction to Hybrid Teaching (College of DuPage), la educación híbrida motiva a la persona estudiante a la exploración, la colaboración innovadora, la instrucción literaria de información y tecnología, y dominio y control de contenido.

Tengamos en cuenta que se suelen utilizar diversas herramientas tecnológicas. Estas pueden ser de dos tipos: sincrónicas y asincrónicas, las cuales facilitan generar un intercambio de información entre docentes y estudiantes; o entre el estudiantado mismo, como si estuvieran físicamente presentes.

El modelo sincrónico es una comunicación en tiempo real, a través de la conexión virtual de estudiantes y docentes a aplicaciones de videoconferencia —hoy en día se están utilizando varias, por ejemplo: Zoom, Jitsi, Meet, Webex, Teams, Hangouts, etcétera—. En esta instancia, a su vez, se utilizan como acompañamiento otros elementos tales como el chat, las audioconferencias, las pizarras compartidas como las que ofrece Google en sus aplicaciones (Jamboard), y también la pizarra colaborativa Padlet, recurso online o en «la nube», que permite crear un muro en el que pueden incorporarse videos, imágenes y archivos de texto.

En el caso del modelo asincrónico, es lo contrario. Se desarrolla en tiempo diferido y se utilizan los e-mails, los foros de discusión, los audios/videos grabados, los mensajes, los tablones de anuncios, las listas de preguntas. Aquí, con las herramientas de comunicación que presentan estos espacios tecnológicos, pueden las personas intervinientes estar conectadas en cualquier momento y por medio de distintos medios.

«Es importante tener en cuenta que las actividades en línea no están destinadas a reemplazar el tiempo de clases presenciales. Más bien, están diseñadas para complementar y construir sobre el contenido discutido en el aula».

Karina Inés Gómez (2020)

Ventajas y desventajas de la educación híbrida

Marit Acuña (2020) menciona algunas ventajas y desventajas que ofrece este modelo para el estudiantado. En el caso de las ventajas:

  • Autonomía, cuando «participan en una experiencia de interacción virtual con sus pares tienen la oportunidad de hacer preguntas y obtener explicaciones adicionales y contextos sobre conceptos clave» (Acuña, 2020).
  • Pueden obtener espacios para reforzar conceptos que así lo requieran mediante una explicación adicional, oportunidades para una experiencia práctica productiva e interacción remota con preguntas básicas (Acuña, 2020).
  • Hay una personalización del aprendizaje para desarrollar uno más significativo, además de mejorar los resultados en el aprovechamiento de jóvenes.
  • El manejo del tiempo, la flexibilidad, la conciliación, el ahorro de costes, el acceso directo a profesorado de prestigio.
  • Es un aprendizaje más enfocado, dado que las tareas, los cuestionarios y los exámenes se pueden llevar adelante en línea, se puede pasar tiempo en el aula proporcionando debates en clase, asistiendo a los estudiantes a comprender realmente el material del curso. De esta manera, se adquiere una retroalimentación instantánea.
  • Accesibilidad y disponibilidad de recursos, permite el cuidado del medio ambiente, debido al poco uso de papel, ya que los documentos están en línea, más allá de que algunas personas suelen imprimirlos para una mejor lectura.

En el caso de las desventajas de la educación híbrida, la autora nos acerca diferentes inconvenientes para estudiantes y profesorado, como pueden ser:

  • Gran cantidad de estudiantes «luchan con la administración y organización del tiempo, lo que les convierte en más vulnerables al fracaso en los cursos que incluyen instrucción en línea» (Acuña, 2020).
  • Hay estudiantes que tienden a «participar menos en las discusiones de clases remotas, lo que les pone en desventaja tanto en términos de calificaciones cómo de comprensión» (Acuña, 2020).
  • Puede suceder que estudiantes y profesores cuenten con algunas dificultades de acceso a internet en sus computadoras, celulares, tabletas (dependiendo del dispositivo tecnológico que utilicen) y hasta la disponibilidad de una computadora en su hogar, tomando en cuenta el uso y la distribución de horarios familiares de esta.
  • Puede ocurrir que haya participantes que extrañen «el estímulo intelectual y social de las clases en sus colegios o campus, los cuales son importantes, ya que les posibilita construir amistades y establecer contactos» (Acuña, 2020).
  • «Dependiendo de su estilo de aprendizaje, hay estudiantes que pueden distraerse con facilidad en una clase a distancia. Por el contrario, cuando esto sucede dentro del aula presencial, el profesor o profesora, con su lenguaje corporal y señales verbales o de voz, puede mejorar su atención y motivación mientras aprenden» (Acuña, 2020).

«Uno de los desafíos del modelo híbrido es que la competencia digital» del profesorado «debe estar en continua actualización, pero no debe enfocarse en el aprendizaje del uso de herramientas que pueden quedarse rápidamente obsoletas y ser sustituidas por otras nuevas» (Alfabetización Digital, s.f.).

También, las personas docentes deben aplicar su creatividad e innovación en los recursos y actividades que presenten a sus estudiantes, bajo la conducción de su experiencia, el tema a tratar y el objetivo a alcanzar. Todo esto permitirá elevar la posibilidad de fortalecer la motivación de su estudiantado.

¿Qué es la educación híbrida? Fuente: elaboración propia.

Plataformas virtuales en la educación

Acompañando a la educación híbrida nos encontramos con las plataformas virtuales o educativas. Estas han producido cambios significativos en la educación al generar nuevas formas de transferencia del conocimiento. Por medio de las TIC, se van creando nuevos paradigmas en el proceso de enseñanza-aprendizaje, en donde la sociedad hace uso intensivo de todos los medios tecnológicos y aplicaciones informáticas que reducen el tiempo de las actividades que hace décadas era complicado en su proceso y desarrollo (Barrera Rea y Guapi Mullo, 2018, p. 2).  

En la investigación de mi autoría, realizada en el año 2021, estudiamos a plataformas educativas de acceso abierto (Moodle, ATutor y Claroline), y acceso comercial (Blackboard, E-ducativa y Saba), caracterizándolas, comparándolas, mostrando sus ventajas/desventajas y los puntos destacados que deben tener éstas para que sigan siendo un aporte de valor para docentes y estudiantes.

Se llegó a la conclusión que el uso de las plataformas educativas beneficia y colabora en el desarrollo y la potenciación de la capacidad de comprensión y el abordaje de los contenidos de estudiantes en el proceso de enseñanza-aprendizaje. Los resultados determinaron que hay muchas plataformas a disposición, pero pocas de ellas se están utilizando. Las más usadas en universidades argentinas son la plataforma  Moodle (de distribución libre) y E-ducativa (de distribución comercial), que permiten gestionar cursos a distancia, crear foros de discusión, compartir documentos, proponer tareas, organizar equipos, insertar vídeos, diseñar actividades, tener archivos colaborativos, trabajar con simuladores, hacer encuestas, exámenes y calificar de manera sencilla.

Allí también podemos incorporar diversas estrategias educativas. Una de ellas, que se puede implementar en el proceso de enseñanza aprendizaje en todo nivel educativo, es la gamificación, utilizando el modelo híbrido. 

La gamificación es un término que proviene del inglés gamification y se caracteriza por el uso de técnicas, elementos y dinámicas propias de los juegos en entornos ajenos a éste. Estas técnicas permiten introducir estructuras provenientes de los juegos en contextos generalmente no lúdicos, como la enseñanza o el mundo empresarial, convirtiendo actividades presuntamente aburridas, en otras que motiven a la persona a participar en ellas (Raduan Jaber y colegas, 2018, p. 199).

En este proceso de gamificación se puede utilizar Mentimeter, herramienta que «permite crear presentaciones interactivas, agregar preguntas, encuestas, cuestionarios, diapositivas, imágenes, gifs y más, haciendo que la clase sea divertida e interactiva. Recopila encuestas, datos y opiniones de audiencia» (Blog Kimen, s.f.).

Para que las y los estudiantes participen, deben ocupar sus teléfonos celulares, tabletas o computadoras para conectarse a la presentación donde pueden responder y votar en encuestas o cuestionarios y las respuestas se visualizan en tiempo real, las cuales, luego, son exportadas en formato PDF u hoja de cálculo (Excel). 

La incorporación de metodologías participativas, que entienden al alumnado como agente activo en la construcción de su conocimiento, facilita la adquisición de conocimientos y competencias. Es decir, las personas estudiantes aprenden más cuando participan activamente que cuando el entorno de aprendizaje se limita a la escucha y toma de apuntes. Así, las estrategias de enseñanza activas aumentan la asistencia a clase, la participación y adquisición de competencias.

Por todos estos motivos, consideramos que el uso de Mentimeter en la docencia es innovador y facilita de forma igualitaria e inclusiva la participación de estudiantes y el aprendizaje colaborativo, por lo que este software en línea mejora los procesos de enseñanza y aprendizaje e incrementa las competencias transversales del alumnado.

Ante estas instancias ¿podemos pensar de esta manera en una educación del futuro, que vino para quedarse por un largo tiempo? Difícil de prever, pero pensemos en que el aprendizaje híbrido es una excelente opción, ya que es un modelo educativo ideal para preparar a estudiantes en un mundo donde el conocimiento no es un conjunto de hechos que se pueden dividir fácilmente en materias independientes.

Para seguir aprendiendo

Mariela Viñas es licenciada y profesora de bibliotecología y ciencia de la información en la Universidad Nacional de la Plata (UNLP). Especialista en Gestión de Bibliotecas (Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales-UCES) y en Comunicación Digital (UNLP). Su investigación se enfoca en gestión, administración, tecnologías, comunicación y educación superior en el ámbito bibliotecario.

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