Valeria Aguirre Pedroza
Crecí creyendo que sólo las mujeres «bellas» podrían tener una vida plena, que el único beneficio de ser mujer se encontraba en qué tan linda y delicada fueras. Todo ello a partir de las telenovelas, películas y publicidad. Con el tiempo, me he cuestionado los roles que se me han impuesto y me pregunto: ¿por qué siempre las mujeres son tan sumisas con sus parejas?, ¿por qué las telenovelas siempre terminan con una boda y ello como señal de felicidad?
Luego vino el sentimiento de inferioridad porque mi tono de piel no era blanco, como el de las chicas protagonistas de cientos de películas. Cuestionar mi estatura, cabello y sonrisa porque en la publicidad no había nadie que se acercara a mis rasgos físicos. Por mucho tiempo pensé que nunca podría llegar a desenvolverme en diversos ámbitos porque las mujeres que lo hacían eran quienes cumplían con ciertas características físicas específicas, a quienes acceder a ciertos espacios les era más fácil por esos atributos.
La representación visual de la mujer en la televisión
Los medios de comunicación han funcionado como herramientas para transmitir ideología y cultura para clasificar a las sociedades. Durante años se ha homogeneizado la imagen de la mujer, de tal forma que al hacer referencia a ellas generamos una asociación con las características femeninas y occidentalizadas que se han establecido a lo largo de la historia: blancas, altas, delgadas, rubias o castañas, con cinturas pequeñas, mejillas rosadas, labios prominentes, bustos y caderas grandes. La televisión es muestra de cómo los medios han expuesto el cuerpo de la mujer como su principal motivo de aparecer en pantalla. Dicha presencia obedece a dinámicas de consumo que son benefactoras del sistema capitalista y patriarcal.
La investigación publicada por la Unesco Imagen, papel y condición de la mujer en los medios de comunicación social: compilación y análisis de los documentos de investigación nos da cuenta de este fenómeno. Este estudio, realizado en los años ochenta, recopila diversos artículos de investigación que hablan sobre las principales representaciones de la mujer en los mismos, desde distintas partes del mundo. Su relevancia, a pesar del tiempo que ha pasado, recae en la importancia de entender cómo se ha construido a la mujer a lo largo de la historia en los diversos medios.
En este texto me enfoco principalmente en la televisión, que ha funcionado como medio hegemónico y que aún cobra relevancia en nuestro contexto.
El estudio antes mencionado refleja principalmente las condiciones predominantes en la televisión norteamericana. Cabe destacar que estos contenidos son distribuidos alrededor del mundo a lugares como Australia, Canadá, Europa y América Latina, entre otros. Las principales características que definen la representación de la mujer en la televisión latinoamericana en los años setenta son:
Persona pasiva subordinada al hombre
Principalmente orientada a las tareas del hogar y el matrimonio
Dependiente económica, física y emocionalmente de los hombres
Como objeto decorativo
En 2014, el Instituto Geena Davis, ONU Mujeres y la Fundación Rockefeller presentaron un estudio sobre la representación de la mujer en el cine a partir de películas populares de diversos países y territorios como Australia, Brasil, China, Francia, Alemania, India, Japón, Rusia, Corea del Sur, Estados Unidos y Reino Unido, así como colaboraciones británico-estadounidenses. En él se revela que las mujeres suelen figurar en las pantallas, pero de manera hipersexualizada. Sus resultados fueron que:
Pese a que las mujeres son la mitad de la población mundial, sólo una tercera parte de ellas cuenta con líneas de diálogo en las películas.
Existe ausencia de mujeres en películas de acción y aventura, ya que sólo figuran el 23% de personajes con diálogo.
Hay mayor presencia de mujeres jóvenes en ropa ajustada, desnudas o semidesnudas, a las que se hace referencia por ser personas «atractivas».
Sólo el 22.5% de mujeres representan la fuerza laboral.
No suelen ocupar papeles de liderazgo: sólo el 13.9% son representadas como ejecutivas y el 9.5% como políticas de alto nivel.
El porcentaje de mujeres que figuran en profesiones de prestigio como profesores, profesionales médicos y ámbitos de la ciencia, tecnología o ingeniería, es menor que el porcentaje de hombres.
La publicidad también aparece dentro de los ámbitos que han sido investigados. A través de la recopilación de varias investigaciones para realizar un metaanálisis sobre los estereotipos de género en la publicidad, Martin Eisend (2010) expone que, si bien los estereotipos no son necesariamente negativos, sí reducen las formas en las que percibimos a las personas, ya que son una versión que simplifica las diversas características que constituyen a las mismas. El estudio ha concluido que en la publicidad las mujeres:
Se presentan cuatro veces más visualmente y sin hablar en comparación con los hombres.
Se presenta como una figura dependiente cuatro veces más que los hombres.
Sigue apareciendo tres punto cinco veces más en un entorno doméstico.
Son doblemente o más asociadas con productos domésticos (cuerpo, hogar, alimentos).
Sin embargo, en el estudio se muestra que especialistas en mercadotecnia generan contenidos de acuerdo con el desarrollo de la sociedad. Esto quiere decir que, a diferencia de años atrás, en la actualidad las representaciones estereotipadas de la mujer se han reducido, aunque no han desaparecido.
La emergencia de Instagram
Los avances tecnológicos han transformado diversos aspectos de nuestra vida. Con la incidencia de las Tecnologías de Información y Comunicación, las personas debemos estar conectadas en todo momento. Se crea una cultura digital donde sentirnos parte del espacio virtual se vuelve un factor imprescindible, ya que las plataformas digitales son sitios donde convergen ideas que contribuyen a la creación y el reforzamiento de identidades.
Una de las redes sociodigitales más conocidas actualmente es Instagram, que permite compartir imágenes y videos a través de diversos dispositivos digitales, principalmente teléfonos celulares. Fue lanzada en el 2010 en la ciudad de San Francisco (Martín, 2017) y se estima que en la actualidad dispone de 500 millones de cuentas activas por mes.
Al ser un medio sociodigital y sumamente visual, Instagram posibilita la visibilidad de temáticas diversas y con objetivos distintos, y permite generar difusión desde diversos ámbitos. Recientemente es empleada como medio de marketing digital. También se ha utilizado como recurso para dar visibilidad a temas, problemáticas y asuntos de interés social.
Ilustración feminista: otras formas de representarnos
Actualmente, diversas ilustradoras difunden su trabajo a través de Instagram, partiendo de una postura feminista para exponer los intereses que competen al movimiento. Por medio de sus ilustraciones dan visibilidad a otras formas de representar a la mujer que son diferentes de aquella imagen hegemónica que se ha compartido durante años en los medios.
Tal es el caso de Daniela Ladancé, ilustradora mexicana que da a conocer las situaciones que rodean a las mujeres en la cotidianidad, desde la diversidad de cuerpos que existen, sin unificar una figura femenina. Además de mostrar a mujeres en múltiples momentos donde se puede generar empatía e identificarnos al representar la naturalidad con la que lloramos, reímos, comemos o nos enojamos.
También se busca protestar contra las amenazas a los derechos de las mujeres y dar información sobre salud sexual y menstrual desde una perspectiva de género. Muchas de ellas comparten, junto con sus ilustraciones, información y textos que dan pie a la socialización sobre temas que han sido considerados tabú e invisibilizados.
Paulyna Ardilla es un ejemplo de ilustradora que, en sus creaciones, acerca a la educación sexual y promueve el placer femenino. A través de estas publicaciones, diversas mujeres usuarias de Instagram pueden acceder a información que por años ha pasado desapercibida, ha sido ocultada o respecto a la cual se han creado mitos.
Por su parte, Pri Barbosa, artista visual brasileña, es creadora de diversos murales e ilustraciones donde hace visible la pluralidad de los cuerpos de las mujeres. También expone la importancia de la lucha por el aborto en Latinoamérica. Las mujeres representadas en estas ilustraciones nos muestran de forma activa y generan incentivos para ser parte de la lucha feminista en contra de las múltiples violencias y opresiones que nos atañen.
En el actual contexto de pandemia, podemos encontrar apoyo a través de las ilustraciones compartidas por diversas artistas, al generar mensajes e imágenes que nos permiten sentirnos más cercanas unas de otras.
Cabe mencionar a las ilustradoras que están induciendo al diálogo sobre las tecnologías y seguridad digitales. De tal forma que Instagram ha servido como un medio de socialización donde mujeres artistas e ilustradoras se han permitido compartir su trabajo, dando a conocer su postura desde el feminismo.
Instagram también es utilizada como herramienta para la difusión de diálogos, ideas y significados en cuestiones de género. La representación de la mujer a través de las ilustraciones creadas por mujeres feministas ha dejado de obedecer a los estándares de belleza y feminidad hegemónicos, además de dar a conocer los diversos procesos que competen a la lucha de género.
Ser mujer no se representa tan solo con una imagen, pero pareciera que durante años nos hemos afianzado a una idea presente en los diversos medios que nos rodean. En la actualidad, el cuestionarnos dichas representaciones permite generar un diálogo con la diversidad de mujeres que existen y saber que ni la delicadeza, ni el físico, ni el ser sumisas esposas debe definirnos si esa no es nuestra decisión.
Para seguir aprendiendo
Engagement en Instagram, ¿un asunto de género? | Artículo académico
Il corpo delle donne | Documental
Las mujeres y los medios de difusión | Sitio web ONU Mujeres
Resistencia feminista ilustrada: cuando la rabia se transforma en arte | Nota periodística.
Valeria Aguirre Pedroza (@Valeriamolusco). Egresada de la licenciatura en Comunicación Pública por la Universidad de Guadalajara. Interesada por la investigación, el arte y los estudios de género.